El entrenador mencionó que se reunió con el presidente del Barça, Josep Maria Bartomeu, para identificar qué era necesario mejorar en el equipo, pero negó que su trabajo estuviera en riesgo.
La manifestación duró ocho minutos y 46 segundos, la cantidad de tiempo que el policía de Minneapolis, Derek Chauvin, se arrodilló en el cuello de George Floyd.