La Santa Sede encendió oficialmente las celebraciones navideñas con la iluminación del árbol y la presentación de pesebres, uno de ellos impulsado con apoyo costarricense y cargado de simbolismo espiritual.
Un puesto de comida fue clausurado durante unas fiestas patronales, luego de que autoridades confirmaran que las milanesas estaban elaboradas con papel higiénico y cartón prensado.
Las autoridades lo identificaban por su rol como jefe de plaza de un grupo delictivo dedicado a extorsiones, amenazas y operaciones de lavado de dinero.