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Nacional

Hombre sube el Cerro Chirripó; dejó de fumar ocho meses antes

El hombre fumó por más de 40 años.

Indira Zúñiga Costa Rica /

Don Roberto González, aprendió a fumar hace más de 40 años, cuando cursaba sus últimos años de escuela. Él veía a su papá hacerlo y a escondidas tomaba cigarros de sus paquetes. 

Decidió dejar de hacerlo, una medida que llevó mucho sacrificio, pero que lo pudo cumplir una meta y llevarse una gran experiencia. 

Fotos: Jacky Álvarez
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El hombre subió el Cerro Chirripó a tan solo después de ocho meses de dejar de fumar. 

Su hijo, quien es médico le hizo ver que ya tenía un grave problema de adicción a la nicotina y que por sí solo nunca lo iba a dejar, de esta forma es que le recomendó asistir a la clínica de cesación del hospital San Carlos.

Fue atendido por un grupo interdisciplinario de especialistas y asumió el compromiso de cumplir al pie de la letra con lo que indicaba cada uno. 

¿Cómo tomó la decisión de subir el Cerro Chirripó? 

De forma paralela empezó a caminar, luego intentó trotar y, posteriormente, se animó a correr, y en cada avance que tenía aumentaban sus motivaciones para ponerse nuevos retos.

Fue así como le surgió la idea de subir el cerro Chirripó, una meta física y simbólica de lo que significaba en su vida el haber superado la adicción al cigarrillo.

Sin la compañía del grupo que inicialmente le acompañaría, alcanzó la principal cima de Costa Rica tan sólo ocho meses después de fumar su último cigarrillo.

Ahora desea volver a subir al Chirripó y hasta correr 21 kilómetros. 

¿Por qué Roberto Gonzáles fumaba?

Aprendió a fumar como muchos niños lo hacían, viendo a sus padres. 

Durante su etapa escolar y universitaria, y luego como ingeniero agrónomo, don Roberto llegó a fumar entre uno y dos paquetes de cigarrillos al día, en una época en que aún se asumía al fumado como una conducta normalizada. 

“Fumar me daba esa sensación de que era lo máximo, además de rebeldía y hombría”, relató el sancarleño de 62 años al contar su historia.

Aunque siempre practicó deporte, el cigarrillo era una constante en su vida. Realizó innumerables intentos fallidos por dejarlo. Hizo mil promesas a su esposa. Pero luego a escondidas volvía a fumar.

Hasta que su hijo lo hizo ver su situación y él decidió cambiarla de manera drástica. Con el sueño de seguir mejorando su salud y condición física. 


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