El presidente turco Recep Tayyip Erdogan dijo en Estambul que 438 personas resultaron con lesiones, de las cuales cinco estaban siendo operadas y ocho se encontraban en cuidados intensivos.
Expertos señalaron que la entidad ha evitado brotes "explosivos" como los de Europa y Estados Unidos sin imponer confinamientos gracias principalmente al uso habitual de mascarilla y desinfectante.
Las autoridades hicieron hincapié en que el riesgo no había pasado, señalando que tras el paso de la tormenta también pueden registrarse muertes por cosas como respirar los gases tóxicos de los generadores o electrocutarse con líneas caídas.