Mujer vivió con bebé calcificado desde hace 30 años: fallece en cirugía

Una tragedia sorprendió a la comunidad médica y a los familiares de una mujer brasileña de 81 años, quien lamentablemente falleció tras una cirugía destinada a remover un feto calcificado que llevaba dentro de su cuerpo desde hace más de tres décadas.

El suceso ocurrió en el Hospital Regional Dr. José de Simone Netto, ubicado en la ciudad de Ponta Porã, en el estado de Mato Grosso do Sul.

El 14 de marzo, la anciana ingresó al mencionado hospital aquejada por una grave infección, lo que llevó a los médicos a realizar una tomografía para determinar la causa.

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Fue en este momento cuando se descubrió la presencia del feto calcificado en su interior, una condición conocida como 'litopedia', que se refiere a la formación de un feto que, por diversas razones, no se desarrolla adecuadamente y termina calcificándose dentro del cuerpo materno.

La paciente, procedente del municipio de Aral Moreira, había sufrido una caída la semana anterior y, tras buscar atención médica localmente, fue transferida con urgencia al hospital en Ponta Porã.

Según lo relatado por sus familiares, la mujer habría llevado este feto calcificado desde su último embarazo, ocurrido entre hace 30 y 40 años.

Los allegados de la fallecida destacaron su pertenencia a una comunidad indígena, señalando que ella mostraba temor hacia ciertos procedimientos médicos y prefería recurrir a tratamientos alternativos.

Esta reticencia a la atención médica convencional complicó la situación, dejándola vulnerable ante una condición que, de haber sido detectada y tratada a tiempo, podría haber tenido un desenlace diferente.

La noticia del deceso de la anciana conmocionó tanto a los profesionales de la salud como a los familiares, quienes expresaron sus condolencias.

Asimismo, se anunció la realización de una investigación exhaustiva sobre el caso para comprender mejor los factores que llevaron a esta trágica consecuencia.

En palabras de los familiares, como Daniela Almeida Vera, la fallecida era oriunda de un asentamiento indígena en Aral Moreira y buscó inicialmente aliviar sus dolores abdominales mediante tratamientos locales. Sin embargo, al empeorar su condición, tuvo que ser trasladada al Hospital Regional de Ponta Pora, ubicado a unos 80 kilómetros de distancia.

¿Qué dijo la familia de la mujer?

Rosely Almeida, una de las hijas de la difunta, compartió que su madre mostraba una resistencia considerable hacia la atención médica tradicional debido a su temor, una actitud influenciada tanto por su edad avanzada como por su pertenencia étnica.

"Ella era muy anciana y somos indígenas, no le gustaba ir al médico, tenía miedo del equipo para hacerse los exámenes", comentó la joven.

Este triste suceso pone de manifiesto la importancia de la atención médica preventiva y el acceso oportuno a los servicios de salud, especialmente en comunidades donde persisten ciertos temores o barreras culturales que pueden obstaculizar la búsqueda de ayuda profesional.

La investigación en curso no solo busca esclarecer lo sucedido, sino también brindar lecciones para evitar situaciones similares en el futuro y garantizar que todas las personas, independientemente de su origen o creencias, reciban la atención médica adecuada cuando la necesiten.

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