Pequeños pulpos ayudan a la estimulación temprana de neonatos en el Max Peralta

En Dinamarca, durante el 2013, surgió una creativa idea: confeccionar pulpos de algodón, cuyos tentáculos sirven para que los bebés que están en las incubadoras, puedan sujetarse de ellos, como una opción más en el proceso de estimulación y acompañamiento que reciben en el centro médico, con la supervisión constante del personal y de la familia.

En nuestro país, el Hospital Max Peralta comenzó a implementar esta iniciativa con pulpos donados por la Asociación de Tejedoras Sociales de Costa Rica, quienes los confeccionan con materiales de primera calidad, de algodón puro y en colores muy llamativos.

“Lo hacemos porque la causa nos genera una gran satisfacción. Por lo general los padres se motivan y durante el egreso se lo llevan para la casa”, manifestó Mariana Baglio, vocera del grupo. 

Los padres de los recién nacidos recibieron con mucha alegría y agradecimiento la idea, así por ejemplo, doña Verónica Brenes, madre de un bebé de 15 días, quien afirmó que “esta experiencia es una gran motivación para las madres y para los bebés, porque seguimos promoviendo su fortalecimiento, y dándoles fuerza y mucho amor, porque la idea es que salgan pronto de acá. Nos hablaron de la utilidad y me encanta la idea de poder usarlo con mi hijo”.

En la elaboración de cada pulpo se puede durar hasta tres horas, ya que la intención es que tengan el tamaño adecuado, sean suaves y llamativos.