Mujer pierde la vista tras una golpiza que le dio su esposo

Tamaulipas.- La violencia doméstica dejó secuelas de por vida en Miriam, quien a sus más de 40 años no podrá volver a ver, después de los golpes que recibió de su esposo. Ella ya se encuentra en un lugar seguro y cobijada por las autoridades porque su vida corría peligro si regresaba al hogar que compartió con su verdugo.

​​Es una mujer que gran parte de su vida sufrió violencia, con frecuencia era agredida por su pareja y en varias ocasiones llegó a ser hospitalizada debido a las lesiones.

Sin embargo, se veía inmersa una y otra vez en ese círculo enmarcado en una vida de carencias, donde era agredida física, psicológica, económica, patrimonial y sexualmente.

La última agresión ocurrió en días pasados, cuando después de ejercer violencia extrema sobre ella, su pareja de oficio albañil la privó de su libertad por varios días en el domicilio que compartían.

Su agresor la dejó en completo abandono, hasta que ella al verse encerrada gritó pidiendo auxilio, acudiendo al llamado unas vecinas, quienes se percataron de la mala condición en que se encontraba y reportaron al 911.

De manera inmediata, acudió una ambulancia y paramédicos brindaron los primeros auxilios a la mujer, quien fue trasladada al Hospital General de Tampico Dr. Carlos Canseco, donde al tomar conocimiento del caso, la Secretaría de Salud ordenó una atención integral y completa.

La víctima recibió también el apoyo por parte de la Fiscalía de Justicia del Estado, que procedió a levantar la denuncia correspondiente y decretar medidas de protección en favor de la ofendida, iniciando la carpeta de investigación para hacer justicia en contra del agresor.

Después de varios días de encontrarse hospitalizada y una vez estable, fue dada de alta, pero al no contar con apoyo por parte de su familia, la Fiscalía la canalizó a Casa Violeta Tampico, para que se le brindara una estancia temporal y los primeros auxilios psicológicos y de todas las áreas en forma integral, en lo que se le encontraba un lugar seguro para ser protegida de su agresor y evitar llegar a un feminicidio.

“La violencia fue tan extrema, que la titular de derechos queda discapacitada de manera permanente”, comenta Araceli Rodríguez Céspedes, coordinadora de Casa Violeta, donde se le brindó una atención integral, con calidad y calidez.

Explicó que primero fue recibida en el área de Trabajo Social, a fin de cumplir con el protocolo correspondiente y ser canalizada para recibir atención psicológica, asesoría jurídica y revisión médica, quedándose en estancia temporal en Casa Violeta por ocho días, en los cuales se le dieron los cuidados necesarios y la atención requerida para procurarle la estabilidad física y psicoemocional que necesita.