Retraso en cirugías agrava salud de asegurados en Costa Rica
Una mujer de 61 años enfrenta complicaciones por una hernia mientras espera más de un año por atención especializada en la seguridad social.
El sistema de salud pública de Costa Rica enfrenta una creciente presión debido a la extensa lista de espera para procedimientos quirúrgicos, situación que afecta a miles de personas que requieren atención especializada. Una mujer de 68 años vive esta realidad mientras lidia con los efectos de una hernia umbilical de gran tamaño y síntomas graves que han limitado drásticamente su calidad de vida.
La paciente convive con una protuberancia visible en su abdomen que le causa dolor constante, dificultades para movilizarse y trastornos digestivos. Su situación se complica con episodios de sangrado en las heces, un signo de alerta que ha motivado múltiples visitas a los servicios de salud sin obtener una respuesta oportuna.
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Este caso refleja un problema estructural en la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS), donde más de 188 mil personas permanecen en lista de espera para cirugías, y las intervenciones por hernias figuran entre las solicitudes más frecuentes. En el hospital que atiende a la paciente, el tiempo promedio para este tipo de procedimientos supera los 400 días, una cifra que evidencia el atraso en la atención quirúrgica a nivel nacional.
A medida que pasan los meses, la salud de la mujer se ha deteriorado. Los especialistas advierten que, sin la cirugía necesaria, este tipo de hernias pueden provocar complicaciones graves, como obstrucciones intestinales o dificultades respiratorias. Aun así, la falta de recursos y la saturación de los servicios hospitalarios mantienen a numerosos pacientes en una espera prolongada, con el riesgo constante de que su condición se agrave.
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El caso ilustra cómo las demoras en las listas de espera no solo afectan la salud física, sino también el bienestar emocional de las personas, quienes deben enfrentar el temor diario a sufrir complicaciones sin saber cuándo recibirán el tratamiento que necesitan.
La Caja ha reconocido en informes recientes la dificultad para reducir los tiempos de espera, especialmente en cirugías de baja prioridad médica pero de alto impacto en la calidad de vida de los pacientes. Mientras tanto, casos como este siguen acumulándose en los hospitales del país, a la espera de una solución definitiva que permita agilizar la atención y evitar que dolencias tratables se conviertan en emergencias médicas.
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