El hombre indicó que prefiere mantenerse anónimo debido a que esto es “una acción que un gran segmento de la sociedad considera moral, social y biológicamente repugnante”.
En 2020, Ashley ya había demandado al centro penitenciaron por no protegerla de las agresiones sexuales que sufría constantemente, además de que no se le da la atención médica correcto como mujer trans.