Día Internacional contra Dengue: ¿Cómo evitar propagación?
Existen cuatro serotipos distintos de dengue.
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Día Internacional contra Dengue. (Foto: Cortesía)
El dengue es una infección vírica transmitida a los humanos por la picadura de mosquitos Aedes aegypti y, en menor medida, por el Aedes albopictus.
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), existen cuatro serotipos distintos de dengue, aunque estrechamente emparentados: DENV-1, DENV-2, DENV-3 y DENV-4.
Esta infección puede ser asintomática, o generar síntomas que van desde una fiebre moderada a una fiebre alta incapacitante, con dolor de cabeza intenso, dolor detrás de los ojos, dolor muscular y en las articulaciones, y sarpullidos. La enfermedad puede evolucionar a un dengue grave, caracterizado por choque, dificultad para respirar, sangrado grave y/o complicaciones graves de los órganos.
¿Cuáles son algunas medidas de prevención?
- Destapar los desagües de lluvia y canaletas.
- Cambiar el agua de los floreros, platos bajo macetas y bebederos de mascotas diariamente.
- Vaciar los colectores de desagües de aire acondicionado o lluvia.
- Usar repelente y renovarlo cada tres horas si se encuentra al aire libre. En el caso de los niños, debe aplicarse por un adulto y no debe usarse en menores de dos meses.
Tapar los tanques y recipientes para recolectar agua.
Síntomas:
La fiebre del dengue causa una fiebre alta de 104 ºF (40 ºC) y cualquiera de los siguientes signos y síntomas:
• Dolor de cabeza
• Dolores musculares, óseos o articulares
• Náuseas
• Vómitos
• Dolor detrás de los ojos
• Glándulas inflamadas
• Erupción
La mayoría de las personas que sufre dengue se recupera en aproximadamente una semana. En algunos casos, los síntomas empeoran y pueden ser mortales. Esto se conoce como dengue grave, fiebre hemorrágica del dengue o síndrome de shock del dengue.
Los signos de advertencia del dengue grave suelen comenzar uno o dos días después de que la fiebre desaparece, pueden incluir:
- Dolor de estómago intenso.
- Vómitos constantes.
- Sangrado de las encías o la nariz.
- Sangre en la orina, las heces o los vómitos.
- Sangrado debajo de la piel, que podría tener el aspecto de un hematoma.
- Dificultad para respirar o respiración rápida.
- Fatiga.
- Irritabilidad o inquietud.
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