Con 'Danyka', regresa Demián Bichir al cine mexicano

ESPECIAL.- Danyka es el nombre de una joven mujer quien, simplemente siendo ella, hace de un atardecer un mundo de revelaciones para Armando, un escritor que estaba seguro de que en su vida tenía respuestas para todas las preguntas. Se equivocaba.

Platicamos con el actor y con el director respecto a este nuevo largometraje que, sin duda, dice mucho más que lo que a simple vista parece.

Hay películas que con muy pocos recursos te dicen muchas cosas. Para ti, Michael, ¿la sencillez en la trama es un buen camino para llegar a conclusiones más complejas?

Michael Rowe: Sí, me gusta mucho esa estética y esa manera de trabajar. Me parece más complicado y sutil. Practiqué judo por 14 años, la base filosófica es el máximo efecto con mínimo esfuerzo. Es algo que absorbí muy temprano y ha formado la base de todos mis trabajos después. Y lo he llevado al cine, es como la búsqueda de un efecto profundo, con un esfuerzo mínimo.

Demian, debo decirte que en una de las reseñas que leí de "Danyka" decía: "Un escritor viejo encuentra a una joven…" Y, yo dije: "¿¡Quéee!?"

Demian Bichir: (Después de unas pronunciadas risas tanto del actor como del director) Mi querida Susana, eso está mal escrito porque lo que debería haber dicho es un hombre MUY viejo. Lo que pasa es que tomó un buen tequila. 

Demian, ¿qué es para ti la edad?

Ese es uno de los puntos cruciales de la historia, que la edad siempre, sobre todo cuando pasamos de los 30, va a ser un tema constante en nuestras vidas, cada mañana te descubres algo distinto en el rostro. Cuando la edad cuenta para lograr la conquista o el afecto de alguien, eso también modifica todo. Sobre todo cuando ni siquiera está en tus planes echar a andar esos mecanismos, como le ocurre a Armando en la película. Para mí la edad es parte del tránsito. De un tránsito natural. Lo único seguro es que nos vamos a morir. Cómo o cuándo, ese es otro tema. Así que cuando tú intentas, como le pasa a Armando, vivir la vida cada día de manera intensa, haciendo lo que amas, de pronto aparece un átomo que lo va a modificar absolutamente todo.

Le decía a Michael, la primera vez que leí su guion, que me parece fascinante que al final de esa tarde –porque toda la historia ocurre en una tarde–, la historia de Armando nunca va a ser igual. Independientemente de que él regresa en el auto con su esposa a su casa, su cabeza y su corazón han sido afectados para siempre. Ha iniciado una revolución en su propia psique que lo va a acompañar por mucho tiempo.

"Danyka" pregunta: "¿Por qué está cambiando tanto todo?" Yo les hago la misma pregunta a ustedes, como gente de arte y cine.

MR: El ritmo de cambio social y tecnológico es cada vez más vertiginoso. Cuando nosotros éramos jóvenes todavía existía el teléfono de disco y las computadoras solo existían en la NASA y ocupaban edificios enteros. (Los cambios) nos afectan de manera psicológica. Nos estamos sintiendo, y claro que esto se alinea con el cambio climático y social, de otro contexto. Alguien que hubiera nacido en 1850, en 1900, con 50 años, no hubiera visto una gran diferencia en todo. Y ahora en 50 años ¡todo está lleno de revoluciones! El ritmo es mucho más vertiginoso y vemos a los jóvenes interactuar con la tecnología y nosotros tenemos que trabajar para estar al tanto. Precisamente sobre esto, Demian, tu personaje, que es historiador y escritor, piensa que ya lo sabe todo y de pronto parece que no es así.

DB: Sí, esa parte de la historia a mí me parece maravillosa, cómo dos seres humanos tan opuestos, incluso generacionalmente, pueden llegar a empatar afectivamente. Me refiero a que cuando tú reconoces un alma más o menos similar a la tuya, la edad no tiene que ver. Es un reconocimiento automático. Lo que más le impacta a él es que en estos tiempos una chica de 15 años sea tan buena lectora. Es muy raro. Es muy extraño que los chamacos de hoy tengan una biblioteca en casa, eso viene de su padre. A mí me encanta ese personaje porque es la confirmación de que se puede vivir en la modernidad y, al mismo tiempo, tener un alto nivel intelectual, porque tienes una enorme responsabilidad como miembro de tu generación. Y posiblemente ese es el punto de seducción más importante para él, a través del intelecto. No hay nada más seductor que una mujer inteligente.

Exacto, sí hay un juego de seducción, pero no puedo dejar de pensar en lo que siempre me decía mi querida Anabel Ochoa, de que el órgano sexual más grande e importante de todos siempre será el cerebro.

MR: (Mientras ambos asienten con una gran sonrisa) Tal cual, el órgano sexual más importante es la mente y en esta película la tensión es entre el deseo y la prohibición. El deber ser y el impulso primario. Las dos partes.

DB: Eso me encanta. Cómo el deseo atraviesa tus impulsos primarios, y cómo tus decisiones, terminan por definirte.