Sicariatos en lugares públicos: ¿por qué ya se habla de "terrorismo urbano"?
Los sicariatos en lugares públicos o sitios concurridos, como bares y restaurantes, se han vuelto cada vez más frecuentes en el país.
-
La operación de sicarios en lugares públicos se ha convertido en una especie de “terrorismo urbano”.
Los sicariatos en lugares públicos o sitios concurridos, como bares y restaurantes, se han vuelto cada vez más frecuentes en el país.
El caso más reciente ocurrió el pasado domingo en Limón, cuando dos sujetos en motocicleta llegaron a un bar y dispararon contra Jermaine Cruickshank Edwards, quien falleció tras recibir los impactos de bala.
Otro episodio similar fue el tiroteo en el bar Howards de Lindora, que dejó tres personas fallecidas el pasado 15 de agosto, evidenciando un patrón de violencia que preocupa a expertos y autoridades.
- Te Recomendamos Hallan dos personas calcinadas y con heridas de bala dentro de casa en Quepos En Alerta
Para el abogado criminalista, Rogelio Ramírez, la operación de sicarios en lugares públicos se ha convertido en una especie de “terrorismo urbano” debido al alto riesgo de víctimas colaterales inocentes.
El especialista también advierte sobre las posibles repercusiones sociales y legales de este tipo de ataques.
Para el abogado criminalista, Rogelio Ramírez, la operación de sicarios en lugares públicos se ha convertido en una especie de “terrorismo urbano” debido al alto riesgo de víctimas colaterales inocentes. pic.twitter.com/292rCVmVeK
— MultimediosCR (@multimedioscr) August 26, 2025
Según Ramírez, estos hechos pueden generar reacciones mucho más hostiles hacia funcionarios públicos, autoridades e instituciones, lo que incluso podría obstaculizar la cooperación de organismos internacionales encargados de combatir la criminalidad organizada, incluyendo la extradición de los cabecillas detrás de estas series de delitos.
Los ajustes de cuentas y la acción de sicarios no discriminan a sus víctimas por su nivel educativo o posición social, según el director del instituto de seguridad y experto en criminología Erick Villalba.
El especialista también señala que a los sicarios no les importa el lugar ni las personas que rodean a la víctima; su actuar es frío y calculado, con una sola misión: quitar una vida.
Villalba explica que, si no cumplen con su objetivo, enfrentan consecuencias potencialmente fatalistas, lo que los convierte en actores extremadamente peligrosos.
Sicariatos: la violencia que irrumpe en bares, restaurantes y calles
— MultimediosCR (@multimedioscr) August 26, 2025
Los ajustes de cuentas y la acción de sicarios no discriminan a sus víctimas por su nivel educativo o posición social, según el director del instituto de seguridad y experto en criminología Erick Villalba. pic.twitter.com/wxXtG4OVU2
El asesinato de Jermaine Cruickshank
El Organismo de Investigación Judicial (OIJ) investiga los motivos detrás del asesinato de Jermaine Cruickshank Edwards, con el fin de determinar si el crimen estuvo relacionado con aspectos de carácter familiar, personal o patrimonial.
Cruickshank se encontraba solo en un bar/restaurante en el barrio Siglo XXI de Limón la noche del domingo 24 de agosto, cuando dos sujetos en motocicleta llegaron al lugar. Uno de ellos, vestido con ropa deportiva y con el casco puesto, ingresó al local y disparó en múltiples ocasiones contra la víctima, antes de darse a la fuga.
- Te Recomendamos ‘Pecho de rata’: Este es el perfil del narco costarricense Televisión
Horas después del suceso, el director del OIJ, Randall Zúñiga, explicó que en este tipo de casos lo primero es descartar las principales hipótesis sobre las razones del crimen, entre ellas las de índole familiar, personal o patrimonial.
Zuñiga también subrayó que es demasiado pronto para establecer una causa concreta, y que el caso permanece bajo investigación.
Por el momento, las autoridades judiciales descartan que Cruickshank tuviera algún vínculo con grupos criminales que operan en Limón.
¿Qué se conoce de Cruickshank?
Jermaine Cruickshank Edwards, de 40 años, era padre de dos hijos de 9 y 15 años, y residía en el cantón central de Limón. También era hijo de Eduardo Cruickshank, exdiputado y expresidente de la Asamblea Legislativa, quien falleció en marzo de este año a los 67 años, tras sufrir un infarto durante un procedimiento médico.
La víctima se desempeñaba como abogado en el Bufete Cruickshank & Asociados, despacho en el que también trabajó su padre.
Te recomendamos
-
TAGS RELACIONADOS:
- Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de TELEDIARIO; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
-
