Un gol de Savic en propia meta evita la parte del milagro del Atlético

Un gol de Stefan Savic, al que le pegó el balón, en propia meta, tras una bonita acción y disparo del belga Eden Hazard a falta de un cuarto de hora para el final evitó que los rojiblancos cumplieran este martes en Londres con su parte del milagro (1-1).

El Atlético, semifinalista la pasada temporada y finalista hace dos de la Liga de Campeones, ha quedado este curso eliminado en la en la fase de grupos y accederá a la Europa League.

Necesitaba el equipo de Diego Simeone llevarse los tres puntos de la capital británica y que el Roma pinchara en casa ante el Qarabag para estar en el bombo de octavos y arreglar a tiempo el desaguisado de los tropiezos en las jornadas anteriores.

Y a punto estuvo de conseguirlo gracias al enésimo tanto salvador de Saúl Ñíguez -a los 12 minutos del segundo tiempo- y a las incontables paradas milagrosas del esloveno Jan Oblak, un muro ante las acometidas de los Morata, Hazard, Zappacosta, Pedro, Christensen, Batshuayi...

Pero este Chelsea tiene a Hazard, de los pocos jugadores en el mundo capaces de resolver por sí solo un partido; y el astro belga se echó el equipo a la espalda en la segunda mitad y él solo se fabricó el gol -con la ayuda inestimable de Savic- que despertó del sueño al equipo atlético.

Para obrar el milagro, Simeone introdujo tres cambios con respecto al equipo que ganó el sábado 'in extremis' a la Real Sociedad, apostando por José Giménez en el costado derecho, Savic y Lucas como pareja de centrales, Thomas como interior derecho y la pareja Griezmann-Torres arriba.

En el ya habitual 3-5-2 del vigente campeón de la Premier League también tres cambios, uno de ellos sorprendente, el de Zappacosta por el español Marcos Alonso en el carril izquierdo. Además, Conte se decantó por Cahill y Bakayoko en lugar de Rüdiger y Drinkwater buscando músculo en defensa y en la línea de volantes.

La primera mitad fue un monólogo de los ingleses, aunque ésta arrancó con una buena ocasión de un viejo conocido de la grada local, Fernando Torres, que se revolvió en el área al poco de comenzar el duelo y sacó un disparo que tocó en el siempre fiable Azpilicueta y se marchó alto.

Con Fàbregas en el centro del campo como el mejor de los 'quarterbacks' y Morata y Hazard afilados como siempre, el Chelsea tuvo ocasiones de sobra para adelantarse en el marcador, pero se topó con un Oblak inconmensurable.

Morata metió el miedo en el cuerpo a los atléticos poco después de la ocasión de Torres y rozó el gol después de darse la vuelta en una baldosa y rematar con la derecha buscando la meta atlética, pero su disparo se fue fuera por milímetros. No fue la única del '9' local en los primeros 45 minutos, en los que se topó hasta tres veces con Oblak.

La mejor ocasión, sin embargo, la tuvo el Atlético en los pies de Filipe Luis y en la cabeza de Koke al filo del descanso. Con el Chelsea volcado, en una jugada totalmente aislada el lateral brasileño apareció en las inmediaciones del área de Courtois y sacó un disparó que repelió el palo izquierdo y cuyo rechazo no acertó a rematar de pleno de cabeza el centrocampista español.

Pero este Atlético se crece en los momentos más importantes, y cuando todo hacía presagiar un tanto de los ingleses llegó el ansiado gol. A los 12 minutos de reanudación, un córner botado desde la derecha lo peinó Torres en el primer palo y Saúl, sin marca en el segundo, remató a placer para que los cerca de mil aficionados atléticos no dejaran nunca de creer.

El tanto de Saúl daba vida al 'Cholo' y a sus hombres, a pesar de que ya conocían que el partido en el Stadio Olímpico entre Roma y Qarabag iba con 1-0 a favor de los romanos.

Conte se fue al ataque y dio entrada a Pedro y a Willian por Bakayoko y Zappacosta, respectivamente, en busca del tanto que les permitiera recuperar la primera plaza.

Y con el Atlético echado atrás defendiendo el 0-1 llegó el tanto del empate gracias a la enésima genialidad de Hazard: el belga recibió un balón en el costado izquierdo del área y sacó un disparo mordido que desvió Savic y perforó la meta de Oblak.

A pesar de ello, los aficionados visitantes seguían animando como nunca, y Simeone dio entrada a Correa y Vietto a falta de 11 minutos para el final esperando un último gran milagro tanto en Londres como en Roma.

No se dio, y el Roma no perdonó ante el Qarabag (1-0), aunque el Chelsea cedió un empate que le condena al segundo puesto del grupo.